Ya hemos hablado en alguna ocasión de lo importante que es saber escoger los colores más adecuados para las distintas estancias de la casa. Los colores tienen una gran influencia en las emociones y pesar detenidamente cuál es el tono más adecuado para cada habitación no es cuestión baladí. Por ello, hoy vamos a ayudaros a elegir los colores para pintar una habitación infantil.

Aunque el rosa para niñas y el azul para niños es un cliché, en la mayoría de los casos, aburrido, suele ser un acierto decantarse por estos colores. Cuando esperamos la llegada de un bebé, la decoración de su cuarto es uno de los temas que abordamos con más ilusión. Y no es para menos, su habitación se convertirá en su particular refugio y los colores también marcarán su carácter.

Dos colores que no fallan para pintar la habitación de los más pequeños son el Turquesa 453 y el Cuarzo 451 de nuestra carta Mate Decoración. Os explicamos por qué.

Cuarzo

El rosa siempre denota feminidad. Es un color que, dependiendo de la intensidad, transmite muy distintas emociones. Nuestro rosa cuarzo aporta relajación, dulzura, delicadeza y, al mismo tiempo, fuerza y energía. Si optamos por pintar la habitación infantil de cuarzo, conseguiremos un espacio equilibrado, delicado e invitará a nuestra hija a la relajación y a la calma.

Turquesa

Los tonos azules siempre se han identificado con el sexo masculino. Es un color que transmite calma, tranquilidad y paz. Pintar de turquesa la habitación de tu hijo le ayudará a conciliar el sueño, evocando serenidad.

Tanto el cuarzo como el turquesa nos dan pie a combinaciones luminosas, atrevidas y modernas. Como hemos visto, cada color tiene su luz, energía y su efecto en nuestras emociones. Las habitaciones infantiles suelen ser las estancias del hogar con más colorido. Están llenas de vida, magia y color.